Por L.E.P. VALENTINA GÓMEZ LEÓN.
En estos días escuché de nuevo aquella canción de Mario pintor que habla del éxito. ¿La conoces o la recuerdas?
El autor obtuvo el tercer lugar al participar interpretándola en el festival OTI de 1983.Y ahora, 39 años después, puedo afirmar sin duda alguna, que gran parte de lo que se menciona, contiene una enorme verdad.
La canción inicia así…
“Me preguntan por ahí, que por qué no logro el éxito,
Que es el traje del campeón, la ropa de posición
y el atuendo del dinero” …
Y en el estribillo, la canción dice lo siguiente:
“Cada vez que tengo fe, tengo éxito,
si perdono en vez de odiar , tengo éxito.
Y si llego a tropezar, y me vuelvo a levantar, tengo éxito.
Si me acepto como soy, tengo éxito
Cada vez que pienso en Dios, tengo éxito,
Y si un gracias escuché, del hermano que ayude.
Para mí no cabe duda, el que canta se los jura,
Es la forma de lograr, MI ÉXITO”
Tal vez te preguntarás ¿por qué menciono lo anterior? Bueno, puedo observar que en estos años el concepto de éxito en la vida, para algunas personas, gira en torno a “ciertos patrones”. El éxito económico, éxito profesional, éxito en productividad, etc. Obviamente creo que está bien, a todos nos gusta mejorar cada día en esos ámbitos. Es parte de nuestro crecimiento y es extraordinario contar con esos logros. Pero lo ideal como seres humanos, es ampliar nuestro panorama con los diversos tipos de éxito, y vivir a conciencia, la inmensa cantidad de contextos que lo constituyen, y nos hace sentir realmente satisfechos como personas.
Las situaciones de vida, que al final nos dejan un buen sentimiento en el corazón, y la bella sensación de haber hecho lo correcto, de actuar con honestidad, compasión, y sobre todo, de poder servir a los demás utilizando nuestros dones; esas, considero que son lo mejor para usar como medida y calcular nuestro nivel de éxito.
Lo importante aquí, mucho más de lo que yo pueda escribir, es realmente lo que para ti ha significado el éxito hasta ahora. Piensa realmente cuáles son tus principales ideas con relación a este tema. ¿Qué es lo primero que te viene a la mente? Es posible que lo primero que pienses, sea en términos que no imaginabas que son tu prioridad. Sin embargo recuerda, que nuestras ideas son únicas, y en el ámbito del éxito, los ideales de cada individuo siempre serán diferentes.
Afortunadamente, podemos guiarnos del filósofo griego Aristóteles que definió esta palabra como” Alcanzar la felicidad” en un contexto de integridad y armonía vital”.
Ahora bien… ¿Qué existe en nuestros propósitos y metas?
Dios siempre pone grandes sueños al interior de nuestros corazones, y nosotros elegimos la mejor manera de hacerlos realidad. Por lo tanto, gran parte de nuestra tarea, es definir claramente cuál es el éxito que buscamos en la vida.
Hagamos este trabajo personal, dejando de lado tal vez, lo que la mayoría cree que es éxito. “Se nos pide que evitemos amoldarnos al mundo actual, más bien, que nos transformemos y renovemos nuestra mente” R.12:2
Ninguno de nosotros puede ser juez de nadie ante las decisiones y/o consideraciones personales relacionadas con el éxito. Todas son muy respetables y creo que conforme vamos creciendo, estos ideales se van reestructurando. Hoy por hoy, sin temor a equivocarme, puedo decirte que mi ideal de éxito es el siguiente:
- Ser feliz cada mañana con todo lo que me permite sentirme viva.
- Deleitarme a través de mis sentidos, con las maravillas que tenemos a nuestro alrededor.
- Agradecer día a día, el privilegio de estar sana y fuerte.
- Disfrutar inmensamente de la familia y apreciar que son seres maravillosos que amo con toda mi alma.
- Contar con la bendición de tener grandes amigos del corazón, que la vida me ha presentado a lo largo de mi existencia.
- Percibir, que aunque no soy perfecta, hay en este mundo mucha gente que me acepta como soy y me ama.
- Hacer cada día lo que amo y que además me paguen por eso.
- Que al llegar la noche y acostarme, pueda sentir el corazón hinchado de emoción, se dibuje una amplia sonrisa en mis labios y agradezca por los bellos momentos vividos durante esa jornada.
- Lograr que la fe permanezca en mí, por siempre; con la firme convicción de comprender, que los obstáculos solo nos fortalecen para poder lograr y disfrutar del éxito.
El poder dar gracias por todas esas bellas emociones, son lo mejor que Dios puede regalarnos antes de un buen descanso al anochecer. Además, practicar estos hábitos nos ayuda siempre, y ten la seguridad que te permite sonreír y agradecer a la vida, en el amanecer de cada día.
Con lo descrito, solo deseo poder brindarte herramientas de reflexión que tal vez, ayuden a “desaprender” lo que nuestra alma necesita, y ver la vida, desde otra perspectiva.
Cada uno de nosotros construye su propio éxito día a día. Recordemos que todo en esta vida es un constante aprendizaje y solo necesitamos dejarnos guiar por nuestra intuición y nuestro corazón.
León Tolstói escribió: “Todos piensan en cambiar el mundo pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”.
Las metas que tenemos necesitan ir a la par de nuestros sueños. Metas sin sueños solo causan estrés y sufrimiento. Cuando las metas que nos ponemos van forjando el logro de nuestro sueño del corazón, nos va modelando paso a paso, hasta convertirnos en el ser que realmente vive en nuestro interior.
Al final de cuentas, llega el éxito que nos da felicidad, y la abundancia que todos deseamos, se da por añadidura.
Me gustaría que te preguntes lo siguiente:
¿Qué es lo que más deseas en la vida?
¿Cuál es tu don?
¿Cómo lo compartirías a los seres que te rodean?
Nunca te quedes con lo que dicen los demás. Si deseas hacer algo que sientes que te hace feliz ¡hazlo! aunque los demás opinen lo contrario.
Solo toma en cuenta que tus actos sean correctos. Recuerda… Eres el Capitán de tu barco y tu mente obedece a lo que tú siembras en ella. Así que, ¡claro que puedes lograr el éxito que deseas! Aunque otros tal vez crean lo contrario. Si lo que haces alegra tu alma y corazón. Para ti, ten la seguridad que eso, es el éxito.
Como dice Swamy Sivanada: “Pon tu corazón, mente y alma, incluso en los más
pequeños actos. Ese es el secreto del éxito”
Muchísimas gracias por leerme.
Te envío un fuerte abrazo.
