“Vencemos la adversidad con esperanza y valentía”

Plática entre amigos con María Beatriz Ortega de la AMMYC.

El Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama se celebra en todo el mundo cada octubre, con el fin de aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección oportuna, el tratamiento y los cuidados paliativos de este padecimiento.

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres en el mundo. En México, representa la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres. En los últimos años, el número de muertes causadas por esta enfermedad ha aumentado de forma alarmante, principalmente, por el retraso en el inicio del tratamiento, ya sea por la tardanza en la búsqueda de atención médica luego de que una mujer presenta un posible síntoma de cáncer de mama, o por la demora en el sistema de salud, particularmente al dar el diagnóstico definitivo.

Por fortuna, cada vez son más las personas que se suman a la lucha contra esta enfermedad desde sus diferentes ámbitos de influencia, instituciones de salud, autoridades de los tres niveles de gobierno y, principalmente, la sociedad civil a través de sus asociaciones que trabajan incansablemente y de manera permanente para brindar información, orientación y apoyo a quienes lo soliciten.

Un ejemplo de ese interés y solidaridad con la causa es la Asociación de Mujeres Yucatecas Contra el Cáncer, Asociación Civil (AMMYC), que realiza una loable labor en torno a esta problemática.

La AMMYC tiene como objetivo, informar y concientizar a la población sobre los factores que facilitan la prevención y detección precoz de cáncer de mama y cervicouterino con la finalidad de disminuir sus tasas de incidencia y muerte en las mujeres de escasos recursos de la península de Yucatán y otros estados de la república.

Realiza estudios de papanicolaou y ultrasonido de mama de manera gratuita a las mujeres de escasos recursos de Yucatán, en la calle 31 #146 x 16 y 18 de la colonia Miguel Alemán, en horario de 3:30pm a 6:30pm.

Pero para conocer un poco más de lo que hace la AMMYC platicamos con su vice presidenta, María Beatriz Ortega, quien amablemente nos brindó más información sobre cómo afrontar una situación de diagnóstico de cáncer de mama…

¿Qué ocurre en la vida de una persona cuando la diagnostican con cáncer de mama?

La vida cambia, no solo para quien está diagnosticado sino para toda la familia. Cambia porque tendrás que hablar sobre la enfermedad como algo natural, real, que te está sucediendo para que luego venga la aceptación.

Aprenderás que las personas que te aman te mirarán con naturalidad cuando hayas perdido el pelo o una parte de tu cuerpo; aprenderás que el silencio y soledad son necesarias por un tiempo corto y que luego hay que enfrentar lo que sigue; aprenderás que solo por ti debes enfrentar la lucha; aprenderás que tus fuerzas internas no son suficientes para salir adelante que necesitas a Dios a tu lado.

¿Cuáles son los primeros pasos para asumir esta noticia?

No sé si hay pasos, creo que hay mucho de intuición para afrontarlo. Para mí, lo primero que vino a mi mente fue compartir la noticia a mi esposo e hijos y después a mis hermanas y demás familiares.

La aceptación no llega tan rápido, pero uno tiene que actuar yendo al oncólogo y haciendo lo que te indican lo más pronto posible. Esto hace que poco a poco, al ir hablando del tema con la gente que te ama y con los médicos, empieces a sentir que estás haciendo lo mejor para ti, que estás trabajando para que esto pase de la mejor manera. Es una etapa muy difícil, muy dura, muy fuerte.

¿Qué papel juega la familia en una persona diagnosticada con cáncer?

El papel de la familia es super importante, es tu red de apoyo incondicional. Es quien te acompaña a los estudios y te dice que estés tranquila; es quien te hecha las porras cuando estás en la peor de las etapas; es quien te acompaña a las quimios, radios, tratamientos alternos…y entonces sientes el amor que te sostiene.

Tengo la fortuna de una familia numerosa y de un esposo incondicional que siempre me miró con respeto y amor. Que hicieron lo posible para que esos momentos de dolor físico y emocional, fueran menos. Me acompañaron siempre y en todo momento.

¿Cómo se ve la vida después del cáncer de mama?

Después de vivir la experiencia del cáncer de mama no me quedaba la menor duda que tenía que devolverle a la vida un poco de lo mucho recibido. No podía ser indiferente, quería hacer algo por los demás y es entonces que empecé a buscar opiniones para trabajar sobre la detección temprana del cáncer de mama y di con la Asociación AMYCC y desde entonces colaboro con ellas.

¿Qué le recomendarías a las personas que atraviesan por este proceso? –Antes, durante y después-

A quienes están pasando por esto, a quienes han recibido la noticia, yo les diría que no se encierren en su dolor, que se acerquen a alguien que ya lo haya pasado para que puedan sacarlas de sus dudas, de sus miedos. Que lo platiquen que lo compartan y si es necesario, que busquen ayuda emocional.

Que no se adelanten a lo que va a pasar, ¡ahhh! Y que por favor no busquen información en Google, que para resolver dudas está el médico. Y que después de que terminen de pasar todo el proceso, la esperamos en AMYCC, ahí podrán dar su testimonio y ayudar a que más mujeres se detecten a tiempo y salven vidas.

Salvar la vida de una mujer es salvar una familia. Gracias

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AYUDAR A UNA MUJER ES AYUDAR A UNA FAMILIA

Testimonio de María Beatriz Ortega

09 Agosto 2017

En abril del 2010 noté que uno de mis senos estaba diferente, en una parte la piel estaba marcada, como si fuera la cáscara de una naranja. En ese momento hablé a la ginecóloga y me dijo que no me preocupara, que probablemente era porque cuatro días antes me habían realizado un ultrasonido de mama y una mamografía (que por cierto, los resultados habían salido sin ninguna observación). Me recetó una crema y si en un mes no se me quitaba fuera a verla, pero que no me inquietara.

Al mes la fui a ver y me revisó y me dijo que aunque sí se veía la piel diferente no se sentía ninguna “bolita”. Me dijo nuevamente que no me preocupara, que eso iba a desaparecer y que si en agosto no había desaparecido, me hiciera nuevamente un ultrasonido y otra mamografía.

Como podrán imaginar, eso no desapareció y en agosto fui a hacerme los estudios y ahí empezó el peregrinar que no le deseo a nadie.

El oncólogo me dijo que sólo por mi insistencia se había detectado a tiempo. Aun así, no me libre de pasar por 8 quimioterapias y 25 “radios”, además de una operación, caída de pelo, de pestañas, de cejas y lo tremendo que es sentir que tu vida es como un rompecabezas que cae al suelo y se desbarata; pero sabes que ahí está, y que en tus manos está empezarla a armar de nuevo con la fe puesta en Dios; esa fe que te ayuda a levantarte y mantenerte de pie mientras pasas por todo el proceso. Esa fe que te hace agradecerle a Dios su presencia en tu vida.

Este tipo de enfermedad no sólo afecta a quien lo tiene, sino a toda la familia, sacude la vida de todos, de tu esposo, de tus hijos, hermanos y amigos, pone a prueba la unión familiar, importantísima, ya que ello te anima a seguir hacia adelante, de igual manera pone a prueba la capacidad de trabajar por ti, para ti. Como me dijo el oncólogo: “Señora, ni la mejor medicina hará efecto si usted no trabaja en su estado de ánimo”. Entonces entiendes que es momento de mirar hacia ti, de quererte con toda el alma, de darte lo mejor de ti y de aprender a recibir lo mejor de los demás.

Ciertamente después de la tempestad llega la calma y pensé de qué manera podía agradecerle a la vida por lo vivido. Fue entonces que supe del grupo AMYCC (Asociación de mujeres Yucatecas contra el cáncer A.C) y me puse en contacto con ellas. Ahí colaboro desde entonces junto con otras mujeres y doctores, que a manera de voluntariado nos reunimos los lunes en el dispensario de las Siervas de María de 15:30 a 19:30. Se les ofrece pláticas de apoyo, se les practica examen de mama, papanicolaou, ultrasonido de mama, consulta médica y medicamentos sin costo alguno a mujeres de escasos recursos de los municipios del Estado de Yucatán.

La Asociación le apuesta a la prevención, por lo que también acudimos a dar pláticas donde se nos solicite sobre el tema, haciendo conciencia de lo importante que es observarnos, auto checarnos, de asistir con el médico y si tenemos dudas, pedir una segunda opinión, porque a nadie más que a nosotras nos interesa estar sanas. Todos somos vulnerables a pasarlo. Pero para poder realizar todo esto se necesitan fondos, por lo que en el mes de octubre de cada año llevamos a cabo una pasarela en el Gran Salón del Club Campestre a beneficio de AMYCC . La colaboración de todos es importante para poder continuar la labor que la Asociación se ha propuesto con las mujeres. Ayudar a una mujer es ayudar a una familia.

Y si alguna vez, la vida te pone en la situación en que estuve y te preguntas, como yo lo hice, “¿por qué a mí?”, quizá el tiempo te de la misma respuesta que a mí: “¿y porque a mí no?”.

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