Por M.E. Alba Carolina Avilés Pérez
«Vivo por ella sin saber
Si la encontré o me ha encontrado
Ya no recuerdo como fue
Pero al final me ha conquistado»
«Vivo por ella que me da
Toda mi fuerza de verdad
Vivo por ella y no me pesa»
Así da inicio una de las más bellas canciones sobre la música, magistralmente interpretada en español por Andrea Bocelli y Martha Sánchez.
Un bello y emotivo homenaje a la música, de la autoría de Gato Panceri y Valerio Zelli, con Adaptación al castellano de Luis Gómez Escolar
Y es que la música está en todas partes, es parte de nuestra vida desde que nacemos, o incluso desde el vientre materno con el uso de la música in útero o al arrullar al bebé desde antes de nacer, incluso durante toda la infancia de nuestros hijos, algo que muchas mamás hicimos en su momento.
De los más bellos recuerdos que tengo es escuchar a mi madre cantando todo el tiempo en casa, papá cantándonos canciones de cri cri , la familia escuchando música en nuestra linda consola, yo cantando por las tardes mientras mi hermana tocaba el piano, mis hijos bailando en sus festivales, tocando sus guitarras en casa y las fiestas familiares que en su mayoría se alegraban con la presencia del inolvidable maestro trovador Tony Espinosa conocido como el señor amor. (Qepd) quien en su juventud fuera alumno de mi padre y ambos se tenían especial aprecio.
Cuando trabajaba en el nivel preescolar, en la etapa en que fui maestra de grupo, recuerdo que la clase de música (ritmos cantos y juegos llamada así en esa época) era mi favorita y también de los niños, esperábamos la clase y se nos hacía corto el tiempo durante ésta, en el aula cuando los niños se inquietaban, era fácil cantar una cancioncita para centrar de nuevo la atención.
La música es la expresión artística más popular de todos los tiempos en sus diferentes ritmos y estilos, y cada vez van surgiendo más géneros a través de las nuevas generaciones. Hay para todos los gustos, y en gustos, se rompen géneros.
Pero, ¿qué tiene la música que a todos cautiva? ¿Qué tiene que todos la disfrutamos? Además de su belleza irresistible, son muchos los beneficios que nos proporciona.
Según diversas fuentes y lo que hemos podido constatar, la música: Estimula el cerebro, ayuda a centrar la atención, disminuye el estrés, potencia la imaginación, la creatividad la memoria, la inteligencia, el optimismo, el pensamiento, y el lenguaje, favorece la interacción social, fortalece la autoestima, nos brinda bienestar, relajación, felicidad; ayuda a regular o manifestar las emociones, nos es útil para meditar, conciliar el sueño, reflexionar; mejora la calidad de vida, tiene influencia positiva a nuestros sentidos, activa los dos hemisferios del cerebro y genera conexiones neuronales.
Como vemos son muchísimos los beneficios que la música nos brinda y al estar ligada a las emociones, conecta con nosotros ¿A quién no le trae recuerdos alguna melodía, alguna canción? Nos hace viajar a otros tiempos a otros lugares.
Incluso el psicólogo, investigador y profesor Howard Gardner reconoce la música en su teoría de las inteligencias múltiples como una de ellas; «la inteligencia musical».
Yo creo que con la música ocurre como con los libros, nuestra música o nuestra canción nos encuentra o la encontramos, así como encontramos o nos encuentra nuestro libro; esto es hablando de la canción o música con la que nos identificamos, la que mueve nuestra emoción, la que nos gusta, la que nos alegra el corazón el alma la mente y el espíritu.
Hoy en día existen terapias con música «músico terapia», también al hacer meditación la música es un buen recurso para acompañarla.
Elijamos la que más nos guste, la que más nos apoye, la que más nos alegre, la que más nos sume, la que más nos edifique y cantemos, bailemos, busquemos relajarnos acompañarnos y disfrutar de ella y con ella.
La música es una vitamina emocional que bien podría ser comparada con la risa, ya que nos alegra el alma y nos ensancha el corazón. Rompamos el silencio, tengamos música siempre y elijamos la que nos haga mejores y ayude a gestionar nuestras emociones.
«Te deseo música para que te ayude con las cargas de la vida y para ayudarte a liberar tu felicidad a los demás»
(Ludwing van Beethoven)
Y yo, al igual que Bethoven
«Te deseo música»