¿Qué estás haciendo con tu tiempo?

Desarrollo Humano, por: Yamily Argüelles.

Hoy me gustaría hablarte sobre uno de los recursos más preciados por las personas en general; el tiempo. El tiempo transcurre sin detenerse y es un bien del que puedes sacar mucho provecho si lo sabes utilizar. Aunque existe una gran demanda porque el día tenga más de 24 horas, éste no es un recurso que pueda crearse; de hecho, no se puede renovar ni recuperar. Por esa razón es relevante identificar qué es lo que estás haciendo con tu tiempo para usarlo como una herramienta personal que sumará al logro de tus metas.

Estoy segura que has escuchado algunas frases populares vinculadas con el tiempo, como, por ejemplo: “El tiempo es oro”, “El tiempo vuela”, “El tiempo no pasa en vano”, etc. Estos dichos refieren cualidades únicas de este recurso: es valioso, es perecedero, es irremplazable, no se detiene, no se recupera, no se guarda, no tiene sustituto, no se multiplica y tampoco se puede comprar. Tomando en cuenta todas sus características, existen dos opciones recomendables respecto al tiempo: o se disfruta o se aprovecha de forma efectiva. Uno de los atributos del tiempo es que marca cambios en la vida. Por ejemplo, las estaciones del año, el crecimiento de una planta, de tu mascota o incluso el de tus seres queridos. Y si bien es posible ver los cambios derivados del tiempo, hay otros cambios que escapan a la vista y de los que no somos totalmente conscientes, como por ejemplo el cambio climático.

Administrar el tiempo siempre te traerá un resultado que se reflejará en diferentes áreas de tu vida. Su buen manejo es uno de los principales factores de éxito en el logro de tus objetivos. Decidir lo que haces con tu tiempo es una tarea que sólo tú puedes hacer, pues eres el dueño exclusivo de este recurso. Al saber cómo usas tu tiempo, puedes revisar, reajustar y seguir enfocado en tus propósitos. Pregúntate constantemente ¿Qué es lo más importante del día? Prioriza tus tareas para aumentar tu efectividad. Otro de los beneficios de administrar tu tiempo es que cuando empiezas a tomar decisiones más acertadas respecto a este preciado bien, te sientes motivado y tu productividad aumenta. También aprendes a destinar el tiempo justo que otras áreas de tu vida merecen, como tu familia, los amigos, el trabajo, el descanso, el entretenimiento, el desarrollo personal, etc.

El tiempo es sinónimo de energía y es en definitiva una de las mejores semillas para cultivar. Imagina que tienes a disposición un gran campo fértil para cultivar el tiempo. En las siguientes líneas te comparto algunas ideas que pueden ayudarte a preparar la tierra para una buena siembra y cosecha del tiempo.

Cultiva efectivamente el campo de TU tiempo

  1. Establece metas y objetivos. Al tener claro lo que quieres en tu vida, vas encontrando caminos que te conducen a lograr esas metas. Al hablar del tiempo, cada día puedes cambiar de semilla respecto a lo que quieres cosechar en tu vida. Para todas las áreas importantes para ti, establece metas y objetivos con familiares, amigos, trabajo, etc.
  • Distribuye 8/8/8 en tus horas cada día. Considerando que el día tiene 24 horas, divídelo en 3 segmentos importantes: 1) descanso 2) yo espiritual y 3) familia y trabajo. Lo anterior te dará un resultado de 8 horas para cada apartado. Cuando trabajas más de 8 horas en un solo aspecto, es posible que otras áreas se desequilibren y esto te genere estrés, ya que tus relaciones interpersonales no están siendo cultivadas en tiempo suficiente de calidad.  De igual manera, ante la falta de tiempo para ti mismo, tu espiritualidad y descanso pueden verse afectados.
  • Disfruta y descansa. Cuando amas lo que haces, el tiempo pasa volando. Esto te invita a reflexionar en qué momentos del día sientes que el tiempo se extiende o te cansas con la actividad que estás realizando. Analiza si lo que haces es algo que realmente quieres o lo estás haciendo solo por quedar bien con alguien o por qué es lo que “debe” ser. El trabajo y las presiones sociales nos demandan tiempo, energía y atención. El descanso es esencial para continuar con tranquilidad y entusiasmo; olvida esa creencia que dice “Si no estás haciendo algo, estás perdiendo el tiempo”.

La gestión del tiempo es una habilidad que puedes desarrollar, adquirir, mejorar y consolidar. Aunque no puedas pausar o detener el tiempo, sí puedes cerciorarte que realmente estás haciendo algo que amas, disfrutas y que te acerca a la persona que quieres ser. Elige aprender, cambiar y responsabilizarte de la administración del tiempo y añade una alta dosis de conciencia en la toma de decisiones respecto al uso que le das. Lo que cultives en tu campo del tiempo traerá frutos que impactarán no solo tus planes presentes sino también los futuros. ¡Te deseo y te auguro la mejor cosecha posible!

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