Crecimiento Personal, por: L.E.P. Valentina Gómez León.
“Los soñadores son los salvadores del mundo” decía James Allen. Y también sugería hacerse siempre estas preguntas:
¿Por qué?
¿Por qué no?
¿Por qué no yo?
¿Por qué no ahora?
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A veces, nos pasa por la mente alguna idea o fantasía que parece ilógica, fuera de lo cotidiano. Ante esos sueños, podemos lanzarnos, investigar todo lo posible al respecto, y ponerlos en marcha. Trabajar por ellos y construirlos en una realidad, paso a paso, y siempre de la mano del bienestar propio y de los demás.
Cuando estudié el diplomado de docencia y desarrollo humano, hice un trabajo final que titulé “vivir realmente la vida con la felicidad como meta”. Y de verdad, a partir de eso he dedicado gran parte de mi tiempo a investigar y aprender todo lo relacionado con esa intención.
Recuerdo los comentarios que me hicieron algunos compañeros con relación al título, pero en realidad, decidí mantenerlo porque a mí me gustaba.
¿Has escuchado alguna vez lo que cuenta John Lennon con relación a ser feliz? Él expresaba lo siguiente:
“Cuando tenía cinco años mi mamá decía que la felicidad era la clave de la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron qué quería ser cuando yo fuera grande. Yo respondí, ¡ser feliz! Me dijeron que yo no entendía la pregunta, y les respondí que ellos no entendían la vida”.
Me parece que algo similar ocurre conmigo. Podrán preguntarme de nuevo, Valentina, ¿qué sueñas? ¿Qué quieres ser realmente?
Han pasado varios años y mi respuesta, sigue siendo la misma.
“Vivir realmente la vida, con la felicidad como meta.” Que mi vida sea una experiencia inolvidable”. Considero que todos podemos desear esto.
El mundo actual está plagado con ofertas para “vivir la experiencia”. Nuestra Mente está programada con el deseo de sentir cosas nuevas, alimentar esa “dopamina” que tanto placer nos da.
Sin embargo, si deseamos realmente vivir una nueva experiencia, es indispensable inyectarle a nuestro organismo diariamente una gran dosis de serotonina, conocida popularmente como la “hormona de la felicidad”.
¿Y qué podemos hacer para lograrlo?
Yo no tengo la verdad absoluta, pero puedo platicarte lo que a mí me ha dado buen resultado.
Es posible que muchos de nosotros, o al menos la mayoría de los que conozco, tenemos sueños en la vida. Cada inicio de año se habla de los propósitos, de las metas, etc. Y así va pasando el tiempo, y a veces, nos frustramos, porque las “cosas “que dijimos que queríamos hacer, no resultan como esperamos.
Yo te invito, que independientemente del mes del calendario en que nos encontremos ahora, vivas una nueva experiencia. Experimentes en tu interior esa bella sensación de “estar contigo“. De viajar a un sitio mágico donde todo es posible cuando crees. Un lugar maravilloso donde muchos hombres y mujeres del mundo han descubierto tantas cosas indescriptibles al ojo humano; ese espacio donde realmente eres tú mismo, (a) sin restricciones, sin miedos, sin malos deseos.
Vive la experiencia de viajar a tu interior. El interior de cada ser es como luz de estrellas. Es tu verdadero reino.
Mark Twain dice:
“Hay dos días importantes en nuestra existencia, el día que venimos al mundo y el día que descubrimos para qué venimos”.
Solo recuerda para qué estás aquí. Realiza un ejercicio con tu imaginación y cerrando los ojos, mírate y siente que eres la persona más feliz.
¿Qué estás haciendo? ¿Con quién estás? Eso es parte importante y nos ayuda a recordar.
Ese, nuestro sueño, que nos llena el alma de alegría y amor. Es nuestro propósito de vida.
Lo que nuestra alma sueña, nunca será lo que los medios de comunicación nos pintan. Recordemos que esas son “cosas del mundo” solo son distracciones.
Y tú… ¿qué sueñas?
Albert Einstein decía:
“Creo en la estandarización de los objetos, pero no en la estandarización de los seres humanos”.
Dejemos de hacer lo que dicta la moda, lo que dicta el gobierno, la sociedad. En fin, lo que nos dictan en varios ámbitos. Que no va de acuerdo con la verdadera esencia de nuestro ser. Empecemos a obrar según las buenas acciones que nos dicta nuestro corazón.
Así, lograremos vivir con el propósito por el cual fuimos creados.
Un buen punto de partida para mejorar es el siguiente:
Si los hábitos que hasta el momento tienes, no te satisfacen, o no has logrado lo que deseas, cámbialos. Mantén únicamente los buenos hábitos que edifican tu existencia en este mundo.
Recuerda desaprender. Dejar de sentir que todo lo sabemos y que nuestro vaso de experiencia y aprendizaje está lleno. Permitir que ideas nuevas que contribuyen al bienestar, ingresen a nuestra mente.
“Yo solo sé que no se nada “, decía Sócrates.
Tengo claro que en este paso por el mundo nos quedan muchas cosas por entender; cada día es un nuevo aprendizaje, y de eso se trata la vida. Ser humildes y aceptar que aprendemos de todos los que nos rodean. Todos son nuestros maestros.
Alguien me enseñó algo que me gustó…
¿Por qué es bueno sentirse pobre de espíritu? ¿Por qué se dice bienaventurados los pobres de espíritu?
Porque quienes sienten que su “vaso espiritual “está lleno, ya nunca permitirán que se siga llenando. Quien cree saberlo todo, en ese momento deja de aprender pues todo lo que le digan, caerá al suelo y correrá como el agua que rebosa en un vaso lleno.
Permitamos que cada día nos asombre con todo lo que nos falta por aprender. Maravillándonos de la humanidad y del universo, podremos ser capaces de percibir los milagros que ocurren cada minuto a nuestro alrededor.
Somos un milagro, y despertar con vida y salud cada mañana al abrir los ojos, es un verdadero milagro de existencia.
Deseo con todo mi corazón que vivas tu sueño y trabajes cada día para hacerlo realidad. Deseo también, que cada noche y amanecer te regales la experiencia de viajar a tu interior. Ahí, dentro de ti, unido al amor, estoy segura que con la práctica constante, vivirás la mayor y más bella sensación de esta existencia. Sentirás el verdadero sueño de la vida.
Como me dice una amiga que quiero mucho… ¡no me lo creas!
Compruébalo por ti mismo.
Gracias por leerme.
Envío un abrazo a tu corazón, desde mi corazón.