Los colaboradores se perciben con mayor bienestar y más motivados.
Mejoras en el desempeño de los colaboradores.
Disminución del estrés, líderes y colaboradores son personas más serenas y saludables.
Menor rotación, el personal se queda en la empresa porque se siente bien.
Servicio de calidad que genera clientes satisfechos.
Disminución de conflictos, la comunicación es efectiva y contructiva.
Incremento en los resultados de ventas.
Como consecuencia de todo lo anterior: La rentabilidad de la empresa aumenta.